Pocos meses después de su llegada a los barracones de la Base, Candela debía partir. No tenía otro destino, de hecho ni siquiera había completado la fase uno del entrenamiento, simplemente había sido expulsada y por toda explicación solo recibió una frase: sabes muy bien por qué.
Como causa probable, en los barracones se expandieron rumores que apuntaban a sus continuas trifulcas con Judith, quien ya se encontraba a punto de terminar su formación y hasta el momento se había comportado siempre de forma sensata…
… a que no es que fuese, precisamente, la persona favorita de Lorena (aunque si nos paramos a pensar, Lorena no tenía muchas personas favoritas)…
… a su, en ocasiones, escaso respeto por el protocolo y los bienes propiedad del ejército…
… e incluso a que se le sospechaba demasiado éxito entre los varones de la unidad.
Era hora de buscarse otro sitio. En los anuncios del periódico, buscó algo que se ajustara a sus posibilidades económicas (es decir: el alquiler más barato posible).
Antes de que Candela subiera al taxi en el que se marcharía, Lorena le dio un último consejo: te sugiero que no sigas manteniendo el contacto con otros miembros de la base. Sonó más bien como una amenaza.
Notas:
Esta sim me ha durado en el ejército menos que un caramelo en la puerta de un colegio, la despidieron en su segundo día de trabajo ¬¬
Pobre Candela!
Estoy con ella, mejor divertirse que seguir órdenes.
Me imagino que no hará caso de la “sugerencia” de Lorena, jaja.
Comentario por Villamarilla — Lunes, 15 marzo, 2010 @ 6:38 pm |