Me estoy tomando un té rojo

Este fin de semana he estado ojeando las últimas entradas del blog (que no he abandonado, pese a lo que pueda parecer) y me he dado cuenta de que llevo muchísimo tiempo sin jugar a los sims 2: prácticamente un año. Ni por asomo pensaba que era tanto. Por supuesto no he estado desconectada de los sims todo ese tiempo: he buscado y organizado contenido personalizado, he recopilado información sobre retos, he extraído sims y he entrado a los distintos barrios para preparar las entradas sobre sus habitantes, he seguido participando en CS… Sin embargo jugar, lo que se dice jugar… El blog, que sirve de registro de gran parte de mi actividad simmer, muestra que desde los tiempos de la Base Umbrella no he vuelto a tener ningún barrio ni nada jugable. Supongo que eso explica que el «gusanillo» de jugar a los sims que tengo sea cada vez más gordo. 

Resumiré los últimos acontecimientos: reinstalé el juego (porque me desapareció inexplicablemente el Centro Urbano) y creé un barrio que, en un principio, consistía en una base militar. Jugué en él bastante más de lo que se muestra en el blog, por el simple hecho de que, aunque me gustaba escribir las biografías de esos sims y darles un poco de, digamos, personalidad y trasfondo, luego me costaba redactar sus historias según iba jugando. Aún así, el barrio tuvo un periodo de vida más bien corto. Tuve que reinstalar el juego de nuevo y decidí extraer los sims originales para poder utilizarlos en otros proyectos. Después de esto pensaba reinstalar (por necesidad, no por gusto), sin embargo es un proceso un poco cansino y la vida real tiene sus exigencias, por lo que me demoré más de lo previsto y antes de poder cumplir esa misión que me había autoimpuesto, me encontré con problemillas informáticos y tuve que formatear el ordenador. Me han quedado sin extraer los sims de los barrios más nuevos: Colinas del Río Flor, Valle Desiderata y Cala Belladonna. No sé si me animaré a terminar estas labores extractoras porque en principio, creo que el uso inadecuado (por desconocimiento) que he hecho del Simpe ha podido ser la causa de mis problemas con las desapariciones misteriosas, así que ahora mismo prefiero no tenerlo puesto. Además, los sims más interesantes (a mi parecer) son los de los tres barrios originales y esos ya están.

Después de formatear ya sabéis lo que toca. Reinstalar los sims 2 consume cierta cantidad de tiempo y da un poco de pereza, pero no tiene complicación ninguna: vas poniendo una cosa detrás de otra hasta que las tienes todas y el juego está completo. Me cuesta un poco ponerme a ello, sin embargo es un paso fácil porque no tiene vuelta de hoja, es decir… solo hay una manera de hacerlo, se hace y punto. Acondicionar el juego para dejarlo a mi gusto ya es otro cantar y es, claramente, algo en lo que pierdo muchísimo tiempo, mucho más que en instalar. Porque las horas que tardas en instalar el juego (dejando aparte que puedes hacer otras cosas mientras tanto), son limitadas, se tarda lo que se tarda y ya está, pero las horas que me llevo seleccionando contenido, mirando qué hay de nuevo, pensando si mejor esto o lo otro, distrayéndome con cualquier cosa… ah, eso puede ser casi infinito. Ahora mismo me encuentro en esa fase y no sé cuándo saldré de ella.

Lo peor es que siempre me pasa igual.