Bleh!

domingo, 27 diciembre, 2009

¿Qué pasó con…?

Filed under: BlaBlaBla,En saco roto... — misscaffeine @ 9:00 am

Todo (o casi todo) lo que alguna vez empecé a contar sobre mis sims ha entrado dentro de la categoría en saco roto, no obstante, lo que apareció en el blog no era todo lo que había. La mayoría de las veces en mi juego iba por delante, pero no publicaba más cosas porque no tenía suficientes fotos o porque esperaba avanzar aún más o por motivos organizativos. De manera que ahora podemos plantearnos esa típica pregunta: ¿Qué pasó con…

…Antigua?

El proyecto murió ahogado en su propia ambición (es decir, en la mía) en una fase bastante temprana, como puede deducirse del hecho de que solo haya dos entradas sobre él. En un principio estaba basado en la recreación de los antepasados de los sims de Vista Gentil, Las Rarezas y Villa Verona, aunque mi afán de completismo me llevó a incluir también los ancestros de los personajes de Villazul del Agua, Colinas del Río Flor, Valle Desiderata y Cala Belladonna, vamos, que en lugar de limitarme a los barrios tradicionales extendí la idea a todos los barrios. En la práctica no llegué a hacer absolutamente todos los sims que planeaba, ya que, ateniéndonos al orden cronológico, unos debían aparecer antes que otros, pero si creé muchas parejas con sus correspondientes casitas, distribuidas en distritos de la forma que en su día ya expliqué. La foto pertenece a mi versión de Víctor y Gretel Lápida.

En Antigua no sucedieron demasiadas cosas por el simple hecho de que un barrio de esas proporciones se mueve muy lentamente: completar una rotación de 2 días por familia requería bastante tiempo de juego, por no mencionar los momentos en que tocaba agregar personajes y tenía que construir sus casas.

… Vista Gentil?

En realidad no hay mucho que explicar: tras eliminar mi intento de barrio autosostenible número 2 y posiblemente harta de construir, decidí tomarme un descanso con Antigua (descanso que sería ya indefinido) y dar una vuelta por uno de los barrios ya hechos. También me cansé, esta vez porque el barrio tenía como añadido la universidad Simplutense y jugar en la universidad siempre cansa. Además, al irse licenciando algunos sims debía incorporarlos al barrio y añadir mis propias construcciones a los barrios que vienen ya hechos siempre me resulta difícil, ya que las casas que yo hago no pegan nada con las de maxis… Necesitaba un distrito aparte y, como de costumbre, en la fase de construcción me quedé. Por otro lado, nunca consigo avanzar demasiado jugando en los barrios maxis, esto ha sido así desde mis inicios con los sims 2, al llegar a cierto punto (que a veces es antes y otras después), me da la sensación de que he desvirtuado el barrio, de que he hecho las cosas «mal» y quiero de nuevo mi barrio original como recién salido de fábrica, sin tocar. Soy un caso perdido.

…Obel?

Aparte de prueba tangible de mi incapacidad para fotografíar correctamente las vidas de mis sims, Obel fue mi intento de Legacy Challenge. Tuvo dos problemas, el primero que me canso de todo cuando llevo ya un tiempo en ello, el segundo que mis propios sims se convirtieron en personajes tediosos: no sé si es solo impresión mía, pero me parece que los sims en general suelen desarrollar cierta tendencia a la repetición cuando llevas ya un tiempo jugando con ellos, lo cuál es quizá más notorio con sims nacidos dentro del propio juego (que a veces caen en este comportamiento insípido siendo solo adolescentes), aunque afecta a todos. Un ejemplo de esto es que se vuelven inevitablemente hobbie-adictos y todos los días se levantan de la cama o regresan del trabajo o de clase con los mismos deseos relativos a los hobbies. Muchas veces cumplir alguno de estos deseos no arregla nada: salen otros deseos, pero son imposibles o «deseos menores» que no llevan a ninguna parte (ya que no son acciones determinantes en la vida del sim, no es lo mismo querer tener un hijo que querer servir la cena) o simplemente, más de lo mismo, más deseos relativos a algún hobbie. Me gusta jugar siguiendo los deseos de mis sims, pero cuando se quedan encasillados, teniendo siempre los mismos deseos día tras día, empiezo a pensar que debería cambiar de método, ya que es imposible que así ocurra nada interesante. Además, me encontré con escollos como que algunas cosas que yo esperaba que ocurrieran nunca pasaron (el típico caso de que nada es como quieres que sea).

En la familia Legacy, Tristán, Daniel y Vanesa se volvieron hobbie-adictos. Todos llegaron a la etapa anciana. Daniel era adicto al ejercicio y la salud y aparte de eso se dedicaba a tontear con townies y acabó teniendo una relación con Alma Baena, que nunca se formalizaría porque, en su casa, Alma también cayó en la hobbie-adicción y solo pensaba en tocar la guitarra y bailar el discoloco. Yo esperaba que al menos Alma tuviera un hijo no deseado con Tristán, pero nada. Daniel tenía aficiones artísticas y fabricaba una colcha al día (el deseo de fabricar algo con la máquina de coser aparecía todas las mañanas sin excepción). Acabé odiando la idea de la tienda de colchas, por cierto. Vanesa fue la menos afectada: al llegar a la vejez quiso obtener las insignias de fabricación de robots (su hobbie era la mecánica). Construyó montones de robotitos de juguete que se vendían en la tienda de colchas, aunque esto lo hice en la sombra, ya que si la idea de las colchas era medio absurda, vender colchas más robots de juguete… en fin, que tenía que deshacerme de ellos y utilicé la tienda, pero sin hacer que formase parte de la historia. Cuando alcanzó la insignia de oro yo esperaba que surgiera el deseo de fabricar un servo, sin embargo, no sucedió. Me estuve planteando durante un tiempo si estaba bien o no de acuerdo a mis normas que Vanesa fabricara el servo.

También en la familia Legacy (bueno, no eran la familia Legacy en realidad… Eva se llamaba Eva García y al casarse con Raimundo pasaron a ser los Gallego, pero ya me entendéis) estaban los gemelos, Alejandro y Victoria. Tuve la genial idea de utilizar un mod con el cual los townies universitarios pierden la protección especial que tienen y que impide que les sucedan cosas como, por ejemplo, morir debido a la penosa gestión de sus necesidades básicas. Con este mod los universitarios se ven obligados a subir sus barras de necesidades del mismo modo en que lo haría un sim normal y, por ejemplo, ducharse para no ir apestando (sin él, a veces los townies universitarios se encierran en sus cuartos y allí digamos que se «recargan»). En principio me pareció buena idea poner el mod (y he de decir que durante la etapa universitaria de Tristán no hubo ninguna incidencia que lamentar por su causa), el problema es que los sims no tienen inteligencia artificial suficiente, se enganchan a cosas como la máquina de videojuegos y cuando se quieren dar cuenta están demasiado cansados para comer y demasiado hambrientos para dormir. Muchas veces la muerte les llega cuando tienen la barrita de hambre baja y el sistema les obliga a ir a clase: al volver, la espichan. Explico esto porque en la última entrada del Legacy se ve a Alejandro con La Parca: estaba intentando salvar a uno de sus compañeros de residencia (no lo consiguió, apenas lo conocía), que ya era el segundo o tercer muerto. Puede que muchos penséis que no es tan malo que mueran townies, sin embargo esto tiene dos puntos negativos: el primero que un fantasma no ocupa una habitación de la residencia, pero sigue siendo un sim a todos los efectos (por lo que un gran cementerio significa muchos sims extra que ralentizarán el solar), el segundo que siempre cabe la posibilidad de que el sim muerto se hubiera relacionado con mis sims y yo tuviera planteamiento de hacerle un hueco en la historia, por no mencionar que aumentan las probabilidades de morir del susto en el lugar. En todo caso, lo cuento porque es la explicación real a esa imagen y obviamente Alejandro no abandonó los estudios por haberse quedado traumatizado con La Parca ni por entrar en una secta con conexiones con el inframundo ni nada, sino porque la hobbie-adicción no le permitió obtener los puntos de habilidades necesarios para pasar de curso (recordemos que les recorto drásticamente el tiempo que tienen para conseguir los objetivos de cada semestre con el college clock). En la historia pensaba aprovechar la oportunidad que me daba la imagen para conducir a Alejandro por un camino de oscuro ocultismo y los townies muertos para otra cosa que explico después. Respecto a Victoria, fracasó en los estudios por el mismo motivo que su hermano. Al encontrar la lámpara mágica pudo pedir al genio el deseo de riqueza y con el dinero obtenido comprar un edificio comunitario: el restaurante Victoria. Mi plan era que, con la tercera generación ya adulta, toda la familia trabajase junta en el restaurante, Victoria sería la cocinera y el resto los camareros, el maître y el barista, aunque no llegué a llevarlo a cabo.

Como a los personajes secundarios les di, a efectos de tiempo de juego, la misma relevancia que la familia principal, muchas cosas relacionadas con ellos se quedaron en el tintero (aunque les dedicara el mismo tiempo, quería que el número de entradas sobre ellos fuera menor). Aparte de los Gallego, en el barrio estaban los Darga, los Tejado, los Baena y los Blanco. Bien…

Isabel Darga tuvo su propia entrada, al final de la cual aparecía embarazada por segunda vez (queda un poco disimulado, pero estaba ya en el último tercio como adulta) y luego tendría el niño más siniestro que he visto nunca en mi juego (el crío era clavadito a su padre, Adrián Blanco y en la imagen aparece con la ropa por defecto que el sistema le dio al crecer y en brazos de su hermano mayor). Más adelante su hijo mayor, Roberto, iría a la universidad y se echaría una novia pelirroja bastante guapa. Su segundo hijo, Raúl, se quedó en niño, aunque yo había pensado en mandarle a la universidad en el futuro, con el resucitonomitron en el bolsillo, y hacerle regresar con sus propios zombies (recordemos que en la residencia estaban las tumbas de los townies muertos).

Los Tejado-Ginesta, aunque guapos, fueron aburridísimos de jugar (recordad lo que contaba antes sobre los sims tediosos). Crista estaba en la carrera de biología y yo esperaba que consiguiera la planta-vaca pero, en un claro ejemplo de que nada es como quieres que sea, la despidieron antes de alcanzar el nivel necesario y según mis normas, ya no se la permitía tener otro trabajo y mucho menos el mismo. Su novio era muy adicto: adicto al trabajo, hobbie-adicto y adicto a los sandwiches de queso fundido (fue la aspiración secundaria que le tocó). Al final, aprovechando el tirón de los deseos primaverales, Crista se quedó embarazada y se casaron. Después siguieron siendo sosos, pero con un hijo.

Alma Baena, esa novia mucho más joven que Tristán, tenía una historia de fondo sobre una madre hippie que buscaba la misteriosa Flor Dragón y una hija, la propia Alma, que siguiendo los pasos de su madre encontraba la flor en Obel y bajo el influjo de esa flor, tenía sueños extraños. Aparte de eso, todo invención mía decorativa por supuesto, Alma cayó en las redes de la hobbie-adicción por la música. Viendo que con Tristán la cosa no iba a ningún sitio, terminó ligándose a un townie que conoció en el club de música y baile, pero su relación no progresó mucho.

Con Adrian Blanco aún tenía esperanzas de que ocurriera algo interesante. Cuando se unió al elenco de personajes secundarios descubrí que tenía un empleo en la carrera Paranormal y que llevaba en el inventario el resucitonomitrón (bueno, no en el inventario sino en la parte donde están las recompensas laborales, tenía nivel suficiente como para que estuviera ya desbloqueada). Un personaje así no podía ser desaprovechado. Tras su inconveniente lío con Isabel Darga e hijo por medio (reconozco que ese punto de la historia lo llevé bastante mal y al más puro estilo del culebrón barato), se fue a vivir a Obel con la excusa de que debía vigilar a su hijo por si acaso éste también tenía conexiones con lo sobrenatural. No tenía casi dinero, así que construí una pensión (un edificio de apartamentos donde cada apartamento constaba solo de habitación y baño, mientras que en las zonas comunitarias estaba la cocina, el comedor, el salón, etc). En la pensión conocería a otra sim de cuyo nombre no puedo acordarme, con quien se casaría y formaría una familia. Mi plan era que el padre regalara a su hijo Raúl el resucitonomitrón, para que éste al ir a la universidad pudiera zombificar a esos townies universitarios muertos de la residencia de estudiantes. Sí, yo también pienso que era un plan grandioso.

…Siena?

Para combatir la sosería predominante en el Legacy, con esos sims que en su mayoría se habían vuelto previsibles y aburridos, creé un ERDI. Y el ERDI fue bastante divertido de jugar. Mi sim protagonista, como sim familiar que era, quiso tener un hijo tras otro y solo con eso y pese a manejar un solo sim, yo ya encontraba montones de cosas que hacer, por ejemplo, evitar que la casa se sumiera en el caos y el desorden.

Ya que las normas del reto no exigen que se comience en el solar más grande, Adriana empezó en un solar de 4×3 en el que pudo construir una casa con las comodidades básicas desde el inicio, por lo demás el simple hecho de encauzar el ERDI no fue especialmente fácil. Adriana era una sim de aspiración familiar, la hice Libra porque quería que tuviera como hobbie predeterminado artes y manualidades y en la química puse cosas corrientes: creatividad y gafas en el «me pone» y zombies en el «me corta». Bien, no sé si es que me salieron unos townies un poco rebeldes o es que elegí mala combinación, el caso es que no tenía química con nadie. Tras tres semanas-sim buscando a alguien con los esperados dos rayitos, terminé dejándolo por imposible, seleccioné a Dámaso (porque era verdad que ese townie aprovechaba cualquier ocasión para flirtear con ella de modo autónomo y ya estaban encaprichados), se casaron y atiborré a Adriana de elixir para compensar el tiempo perdido.

Dejar al mando de un ERDI a un sim familiar quizá no fue exactamente buena idea. Por supuesto, tras la boda quiso tener un hijo (y lo tuvo). Poco después quiso tener otro y como en ese momento las cosas estaban más o menos bajo control, se lanzó a ello… Y todo se desmadró. Mi sim tenía que atender a un infante sin mirar sus necesidades, enseñarle las cosas básicas y, a la vez, ocuparse de sus propias necesidades que a causa del nuevo embarazo estaban cayendo en picado. Sobre todo con los bebés, los idiotas han resultado ser un incordio mayúsculo: en cuanto miras para otro lado ya le están dando al crío un biberón y al nacer Fabiola la invasión de biberones en el suelo de la cocina llegó a ser abrumadora. Tener dos hijos tan seguidos fue bastante estresante y contraté a una asistenta por desesperación mía personal.

Por su parte Dámaso se quejaba siempre de hambre y hubo dos o tres ocasiones en las que pensé que la palmaría… Pero no. Hay que reconocer que fue buen sim pese a las adversidades de su condición idiótica, no solo consiguió conservar su trabajo todo el tiempo, sino que además recibió un ascenso. A propósito: nunca lo dije en las entradas oficiales porque no sabía bien cómo encajarlo en la historia, pero Dámaso tenía un empleo en la carrera paranormal (tristemente nunca consiguió ascender lo bastante como para conseguir el resucitonomitrón). Por otro lado, quitando la obsesión de dar biberones a los recién nacidos, fue buen padre y jugaba mucho con sus hijos, el conejito de compañía solo le apareció una vez más o menos al principio… Después fue relevado por el psiquiatra chiflado que se encargaba de atenderle en sus continuas depresiones.

Uno de los mayores obstáculos del ERDI es que los críos nunca harán los deberes de forma autónoma, de modo que si quieres que los hagan tienes que ir tú con tu sim controlable y pinchar en «ayudar con los deberes». Esto no es tan simple como parece, ya que si el niño está haciendo otra cosa pasará de ti ampliamente, tienes que pillarlo con las necesidades más o menos cubiertas y sin hacer nada. Además los idiotas tienen unos ciclos de vigilia-sueño un tanto descontrolados y en mi caso, cuando me quise dar cuenta las dos hijas mayores ya tenían unas montañas de cuadernos impresionantes. Conseguí remontar las notas de Irene, pero con Fabiola no tuve tanto éxito.

En el blog, la historia se detenía en el punto en que la hija mayor, Irene, llega a la universidad, pero en mi juego había avanzado mucho más. Adriana y Damaso tuvieron una cuarta hija (Nadia) y más tarde envejecieron. En la universidad, Irene encontró novio y al terminar los estudios se casó con él e inició su propia unidad doméstica ERDI donde ella era la sim dominante. La segunda hija, Fabiola, no tenía unas notas lo bastante altas como para ir a la universidad, al final de su adolescencia enfermó al ingerir comida en mal estado y falleció justo al pasar a la fase adulta. Me disgusté mucho con este suceso y estuve un tiempo sin entrar al barrio, luego decidí que era un evento lo suficientemente grave como para que Adriana perdiera la cordura, de modo que el tercer hijo, Leo, pasó a ser el sim manejable de la casa.

… esos proyectos que nunca vieron la luz?

Haberlos los hubo, aunque algunos de ellos existieron solo en mi imaginación. He aquí un breve repaso a lo que pudo ser y no fue, principalmente porque no puedo hacer de los sims un trabajo a jornada completa o por mi falta de constancia y de habilidad constructora. Sin orden en particular.

Cala Belladonna: igual que un día me apeteció dar una vuelta por Vista Gentil y luego redacté una entrada sobre sus personajes, en otra ocasión hice lo mismo con Cala Belladonna… solo que el paseo fue más corto y no dio de si ni siquiera para una entrada.

El barrio Harvest Moon (aka intento de barrio autosostenible 3.1): supongo que entre los lectores habrá quien conozca alguno de los juegos de Harvest Moon. Para aquellos que no, solo comentar que el argumento tradicional de esta saga se basa en hacerte cargo de la granja de tu abuelo, que tienes que acondicionar para poder plantar diversos tipos de hortalizas y críar algunos animales. La granja está situada en una pequeña aldea donde viven otros personajes, contándose entre estos varias chicas susceptibles de terminar convirtiéndose en tu esposa (una de ellas a tu elección, se entiende). Dependiendo de la versión del juego hay distintos tipos de plantas y animales, así como diferentes personajes y detalles en sus historias, pero vamos, la idea básica es la misma: sacar adelante una granja y relacionarte con los habitantes de la aldea. Como es habitual en mi, esto comenzó como una idea relativamente simple y fácil de llevar a cabo y terminó transformándose en una odisea organizativa. Lo cierto es que jugué a Harvest Moon hace años y mis recuerdos estaban un poco borrosos, así que invoqué a Google para que me refrescase la memoria y acabé queriendo hacer un montón de personajes, muchos de ellos pertenecientes a las ediciones más recientes del juego, las cuales desconozco en la práctica. El barrio ni siquiera llegó a existir, aunque tenía ya definidos sobre el papel la mayoría de sus habitantes e hice algunos sims de prueba. No descarto volver a intentarlo en un futuro si consigo construir un barrio con encanto suficiente.

Dolina (aka intento de barrio autosostenible 3.2): este barrio sí que llegó a existir, aunque poco. Creé grupos de personajes y los mudé a distintas casas del centro urbano. La idea era tener varios sims jóvenes como compañeros de piso mientras tanteaba lo que podía hacer con ellos de cara a los diferentes negocios. También construí varias granjas de la zona rural.

Sunset Valley: tras probar los sims 3 y no quedar muy convencida, pensé que podría hacer un remake de Sunset Valley para los sims 2 donde las cosas sucedieran como deben suceder: estrictamente bajo mi control y respetando los principios básicos de la genética mendeliana. Además todos sus habitantes serían guapos y esbeltos. La peor parte era tener que entrar al Sunset Valley original, el de los sims 3, e ir tomando fotos de todo para luego poder rehacerlo. Tampoco encontré una plantilla a mi gusto en la que construir el barrio, aunque hice algunos solares de prueba (el parque central y el cementerio). Después me di cuenta de que tenía que reinstalar los sims 2.

Ciudad Vieja: tengo instalados los sims 1 en mi ordenador y hace tiempo hice una reconstrucción del barrio sobre la plantilla de Villazul del Agua (o quizá sobre una versión de esa plantilla que encontré por ahí y que era mucho más llana). Me faltaron por construir muchísimos solares comunitarios y los sims quizá no se parecían demasiado, pero me encantó reconstruir la casa original de los Novato y a los propios Novato. Acabé borrando el barrio y diciéndome a mi misma que más adelante lo volvería a hacer, pero más despacio y mejor.

Townie Town: lo sé, el nombre suena a coña y de hecho, lo es. Durante ese tiempo en el que no tenía conexión a internet creé un barrio habitado con réplicas guapas de los townies clásicos (Benjamín Laredo, Jan Torrado, Begoña de las Rosas, etc). Estos sims eran igual que los townies originales excepto por sus rasgos faciales, es decir, tenían la misma ropa, aspiración, etc. Lo hice solo por diversión, fue una especie de… vuelta a los orígenes. En la imagen podéis ver a una Melisa Beltrán descaradamente embellecida preparándose unos cereales.

2 comentarios »

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    Comentarios por web ressource — lunes, 15 octubre, 2012 @ 8:59 am | Responder

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    Comentarios por magax — viernes, 25 enero, 2013 @ 5:00 pm | Responder


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